La neurosis de abandono, entendido más en estos días como la dependencia emocional o apego afectivo es la expresión de un vínculo emocional inadecuado, que se implanta en una persona con respecto a otra, a una actividad, ideología o concepción de vida, dando por sentado que esto solucionará su vida y le traerá la felicidad.
Como decíamos anteriormente los desajustes y descolocación de la vivencia, se da porque el sujeto vive en dos planos (infancia y edad real) y confunde los dos plano y esto genera por un lado, la aspiración al sentimiento de fusión con la persona de afecto, sentimiento que no permite una relación adulta con el otro y por el otro lado, frente a sus elecciones.
La vivencia tiene características de apegos, adicciones y desajustes, que incluso hacen que las personas la sientan como perdida de su libertad.
El psicólogo Walter Riso explica desde lo cognitivo, en su libro “Desapegarse sin anestesia” esa llegada al apego por tres razones la primera sería una debilidad por el placer como consecuencia de la inmadurez emocional. La segunda sería la búsqueda de seguridad en lo externo (llamado en psicología locus de control externo) es decir, en la belleza, la fama la fortuna, la aceptación, una pareja que le compense sus falencia; y para ser más modernos los likes, o me gusta de las redes sociales. Y finaliza el autor planteando que la creencia de la autorrealización se finca en el éxito de las cosas que hace, lo cual impele a la persona, a buscarlo afanosamente generando desajustes en el relacionamiento, vivencia e incluso en su salud mental.
Los caminos para buscar una solución están en reconocer en primer término que se tiene un apego inadecuado y que debe ser atendido, otro camino es un encuentro consigo mismo, o un locus de control interno, o introyección, así también como una buena psicoterapia individual, grupal y hasta grupo de manejo de adicciones afectivas, en ultimas es una reingeniería emocional de la persona.
En este ámbito, el grupo de trabajo psicoterapéutico “De la dependencia emocional a un lugar con significado” es una contribución desde lo sistémico a la atención y reparación del apego afectivo.