Constelaciones familiares
Las constelaciones Familiares son una terapéutica de crecimiento personal, que se pueden hacer bien sea como taller o como terapia grupal o individual. Se trata de un método desarrollado por el maestro Bert Hellinger y continuado por sus pupílos, e inscrito en los avances de la terapia sistémica de la psicología.
Consisten en un ejercicio energético de colocación espacial, que realizan el terapeuta, los demás miembros cuando es grupal, y el consultante. Este último, busca trabajar un tema o motivo de consulta, por ejemplo, el dolor emocional, físico o familiar; dificultad en la realización personal; problemas para el logro; conflicto con la pareja, hijos, trabajo; enfermedades; destinos difíciles o repetitivos, etc.
Dicha colocación espacial, es una representación o mapa de personas, motivos o situaciones que atañen al tema de consulta. Con este mapa, su experticia, formación y apertura al sistema o red de la persona, el constelador observa e integra su información y las dinámicas. Además, deviene al movimiento.
«En el instante no hay lamentación, tampoco temor. Todo temor está asentado en el futuro. Toda lamentación está asentada en el pasado. En el instante estamos sin lamentación y sin temor».
-Bert Hellinger-
Todo ello, en búsqueda de una dinámica sanadora que responda a la tópica planteada por el consultante. Así, este puede resolver un conflicto, que cause dolor, miedo, insatisfacción o frustración. Todo, visto desde la historia transgeneracional, es decir, de la persona, padres, abuelos, etc.; para lograr el objetivo de sanación personal, familiar y hasta social.
¿Qué plantean las constelaciones familiares?
Las constelaciones familiares se basan en los siguientes principios, que son simples pero contundentes:
- Hay cargas transgeneracionales. Estas, tienen solución, solamente debemos estar preparados para esta. Se trata de conflictos o patrones que pasan de generación en generación que nos bloquean o nos frustran.
- Humildad. Para aceptar la vida tal y como es. La adultez es un buen pronóstico, es decir, cuando la persona conecta con herramientas de esta etapa y va rompiendo patrones.
- Levedad. Cuando el constelado se libera de las cargas. Luego del proceso, tras encontrar la solución. Podría llegar a trascender.
- Sentir. En el cuerpo y a través de sensaciones que dan cuenta del proceso de sanación.
- Armonía. Con la vida, como objetivo de la constelación familiar.
.Las constelaciones familiares como terapéutica trabajan para la paz y la reconciliación; y están dirigidas a la solución. Entonces, tras el proceso se reflejará levedad y tranquilidad. Por lo que, son una herramienta útil para encontrar un balance y dejar atrás el conflicto, más bien podrá verse como herramienta de aprendizaje. Pero la idea es poder desenredar el conflicto e ir hacia nuestra paz, utilizando como recurso el sistema; y de la mano del facilitador.
De hecho, las constelaciones familiares invitan a la consciencia plena, por ello generan tranquilidad. Según Gómez Gómez (2015), autor del artículo «Aprendizaje mediante la conciencia plena y las constelaciones familiares», es lograble establecer un vínculo de ayuda que favorece dejar el pasado para vivir el aquí y el ahora, proporciona tranquilidad al respetar el sistema y no juzgar y permite serenidad porque propicia el ubicarse en su puesto.
Cada uno en su lugar
A través de las constelaciones familiares se busca que cada persona este en el lugar que le pertenece. Por lo tanto, se respetan las jerarquías para que haya fluidez. Así, cada uno desde su lugar aporta al sistema. Y, no se tienen en cuenta solo las personas que están presentes. Por ello, a las constelaciones familiares se les considera como una terapéutica innovadora.
Una de las ideas que plantea este método terapéutico es que el respeto del orden potencia el bienestar. Entonces, ocupar el lugar de otro podría generar conflictos. Por ejemplo, si un hijo ocupa el lugar del padre no le estaría permitiendo cumplir su rol y también estaría irrespetando su lugar propio. Así, que cada uno este en su puesto implica que fluya el equilibrio.
Precisamente, el balance surge en el dar y el recibir. Los más grandes dan y los más pequeños reciben, como, al nacer, que nuestros padres nos dan la vida y nosotros la recibimos. Entonces, cuando alteramos esta dinámica, se desorganiza nuestro sistema; por ende, se comienza a generar malestar en las relaciones, en la comunicación y otros aspectos de la vida social, física, familiar, emocional o espiritual.
Implicación de lo ancestral
Por otro lado, tienen que ver con la sanación ancestral. Es decir, hacer conciencia, para encontrar un ritmo de unidad y bienestar. Se trata de reconocer los patrones que pueden darse en el sistema y analizar cómo han afectado las creencias, jerarquías, comportamientos, etc., a distintas generaciones.
Así, se desentierran secretos y emociones que causan daño. Una forma de evolucionar honrando y rompiendo la lealtad ciega e inocente que tenemos hacia nuestra familia. Para ello, según Bert Hellinger en su libro Ordenes del amor, se trabajan:
- La pertenencia. Se tiene en cuenta que todos los miembros de un sistema cuentan con el derecho de pertenecer a este; incluyendo los que ya se han ido.
- Jerarquía. Las personas que llegaron antes tienen prioridad sobre las que llegaron después, por lo que; cuando hay un desequilibrio, se toman responsabilidades ajenas y se desconocen las propias. Por ejemplo, no respetar la jerarquía de la mamá, y ocupar este lugar, puede hacer que nos descuidemos de nuestro rol de nosotros como hijos.
3. Compensación. Entre el dar y el tomar. Por lo que, se busca el equilibrio en las relaciones entre iguales, pues quienes llegaron primero dan, es decir, los mayores, y quieres son más pequeños toman
Así, la tarea es dejarnos cuidar por quienes nos recibieron y atender a las nuevas personas del sistema. De este modo, es que se mantiene el equilibrio. También, hay que agradecer lo recibido, con humildad y respeto. A la vez, que hacernos cargo de nuestro impacto.
¿Cómo se hace una constelación familiar?
Una constelación familiar se realiza con la guía del facilitador, que invita a la persona a que conecte con su sistema y a que exponga el tema a solucionar. Esta persona elegirá unos representantes del público, para sí, para las personas o para el tema que ha expuesto. Posteriormente, la persona ubicará a los representantes en el espacio central del trabajo.
Se puede realizar de manera individual o grupal. Ahora bien, te preguntarás ¿Cómo si es un tema en el que intervienen diferentes personas se trabaja de manera individual? En las constelaciones familiares se utilizan diversas técnicas en las que pueden utilizar objetos o símbolos que representen a estas personas. El terapeuta será quien te guie en el camino. Entonces, no necesariamente se debe trabajar de forma grupal.
Constelaciones familiares con Ana Isabel Jiménez
Los elementos que emerjan en el mapa van a ser procesados y destrabados por el facilitador, como, la ubicación, el movimiento, la vivencia de las personas, y la información. Todo esto, conducirá a la solución. Pero ¿Por qué realizar las Constelaciones Familiares con Ana Isabel Jiménez?
- Perfil profesional (33 años de experiencia). Ana Isabel Jiménez cuenta con un perfil profesional como psicóloga clínica. Su recorrido incluye más de 14 años de incursión en grupos de estudio y didáctica de constelaciones familiares.
- Certificación como consteladora familiar. Se ha formado en el campo en Sowelu México, Centro Luminoso Colombia. Está en formación en el área de Nuevas constelaciones en el Instituto de Constelaciones Familiares de la maestra Brigitte Champetier de Ribes, en Madrid España (2022).
- Entrevista previa. A las personas que van a ser consteladas, se les abre un espacio u opción profesionalmente responsable, que consiste en una entrevista de media hora previa al taller, bien sea de manera telefónica u online.
- Inversión. Cuando la persona participa en un taller como asistente, se le permite asistir como invitado especial al menos a tres jornadas más.
Además, porque Ana Isabel participó en la realización del Manual de buenas prácticas de las constelaciones familiares en Colombia. Un trabajo que invita a una ejecución ética, profesional y comprometida, de este método. Recuerda que, para garantizar un espacio seguro, debes asegurarte de que estás en manos de una persona que cuente con la experiencia, la práctica y la formación en esta terapéutica.
¿Cuándo se recomiendan las constelaciones familiares con Ana Isabel?
Las constelaciones familiares pueden darle fin a un conflicto, incluso a aquellos que se han intentado solucionar de otras maneras. Se recomienda como método de apoyo del proceso de vida de una persona que se encuentra en alguna de las siguientes circunstancias:
- Personas o familias en las que se repiten destinos difíciles. Como enfermedades, robos, muertes y desapariciones. Puede verse de forma individual o grupal.
- Parejas en conflicto. Afectivo, de nacionalidad, raza o credos, en las separaciones, adopciones y dificultades en el manejo de los hijos.
- Fracasos. Que han vivido las personas, como, infelicidad, falta de éxito constante, en lo afectivo, pareja, prosperidad y realización.
- Situaciones del trabajo. Que generan conflicto frecuente, competencia, sentido de no pertenencia o cuando las cosas no fluyen.
En las constelaciones familiares se trabaja teniendo en cuenta el sistema y cómo este se ve afectado o la persona que pertenece a este. Los temas para trabajar pueden ser variados, por ejemplo, encaminados a solucionar temas de pareja, trabajo, grupos, amigos, personales, etc.
En suma, las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica. En Bogotá, Ana Isabel Jiménez, es una de las personas certificadas para ser facilitadora de este proceso, con su gran experiencia puede ayudarte a que asumas tu lugar; si no estás en Bogotá, también ¡tiene la opción online! Un camino lleno de profundización y grandes aprendizajes.
Bibliografía:
- Hellinger, B. (2011). Órdenes del amor. Herder Editorial.
- Bourquin, P. (2013). Las constelaciones familiares. Desclée de Brouwer.